Antonio Barroso y Juan Luis Moreno
Buscan su identidad
Antonio Barroso y Juan Luis Moreno buscan su identidad.
Ambos afirman que son niños robados ya que los datos que constan en sus partidas de nacimiento no son ciertos porque no son hijos de las personas que figuran como sus padres biológicos. Aseguran que fueron conscientes de ello cuando el padre de Juan Luis Moreno le dijo en el lecho de muerte que le había comprado a una religiosa en Zaragoza, la hermana Asunción Vivas Llorens. Por él pagó alrededor de ciento cincuenta mil pesetas. Todos los veranos acudían a Zaragoza a pagar la parte de la cuota que correspondía. Le aseguró también que su amigo, Antonio Barroso, estaba en la misma situación. Antonio, por su parte, siempre tuvo sospechas por los comentarios que oía de otros niños pero siempre se lo desmintieron sus padres adoptivos. En ningún documento constan como hijos adoptados, ni en el libro de familia, ni en sus partidas de nacimiento. En todos ellos figuran como hijos biológicos.
Comenzaron una batalla judicial para descubrir sus orígenes
Primero comenzaron a investigar en los hospitales donde no consta ni el ingreso de sus madres, ni sus nacimientos. Se hicieron las pruebas de ADN que confirmaron fehacientemente que las personas que constan como sus padres en el Registro Civil no lo son. Decidieron emprender una batalla judicial para averiguar sus orígenes. Denunciaron suposición de parto, apropiación ilegal de un menor, falsificación de documento público, pero sus causas se archivaron. Consideran que era la segunda injusticia grave que se cometía contra ellos, ya que la justicia impedían averiguar lo que la ley permite a todo ciudadano, conocer sus orígenes.
Fundaron ANADIR en 2010
Con los archivos de sus causas, muchos medios de comunicación comenzaron a interesarse y esto tuvo un efecto llamada multiplicador porque muchas personas se pusieron en contacto con ellos para contarles situaciones similares. Decidieron organizarse y el 11 de Ferrero de 2010 quedó oficialmente constituía la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones irregulares, Anadir, que preside Antonio Barroso.
Marcaron un hito, la denuncia ante la Fiscalía General del Estado
El 27 de enero de 2011 presentaron una denuncia colectiva con 261 casos de personas susceptibles de haber sido víctimas de robo de bebés. Aquello macó un hito en la lucha de los afectados, y sus casos saltaron a la esfera mediática internacional y a la agenda política. Fueron recibidos por el Ejecutivo y también en el Congreso y el Senado. Sin embargo, a pesar de todas las medidas puestas en marcha y de muchas promesas incumplidas, no han conseguido conocer su identidad.
Se han sentido engañados toda su vida y consideran, al igual que otros muchos niños robados, que eran adoptados para que luego pudieran cuidar de sus padres. Piensan que en su situación hay muy pocos casos y que el Estado tiene que investigar.
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