Luisa Marín
Busca a su hijo nacido en 1974
Luisa Marín busca a su hijo nacido en la Clínica Montpellier de Zaragoza el 22 de noviembre de 1974.
Luisa acudió a la Clínica Montpellier a dar a luz a primera hora de la mañana. Asegura que, a pesar de estar ya preparada para el parto, el médico le dijo que estaba muy nerviosa y que le iba a poner una inyección para pararlo. Le dijo además que tenía una comida por Santa Cecilia y que la dejaba al cuidado de la comadrona.
El médico no llegó a la clínica hasta las diez de la noche, momento en el que dio a luz. Una vez que el niño nació lo llevaron a la incubadora sin dejárselo ver a la familia. Pasadas unas horas le dijeron que el niño tenía problemas pulmonares. Siguieron negándose a enseñárselo o a trasladarlo al Hospital Miguel Servet como pedía la familia ya que tenía más medios. A las treinta y seis horas el niño murió y el médico les convenció para registrarlo como feto y no inscribirlo en el libro de familia como fallecido.
Debido a la insistencia de la familia y después de una larga espera, dejaron a la madre ver a su supuesto hijo. Le enseñaron de lejos un cuerpo con el pelo rubio tapado con una sábana azul hasta el tórax. Finalmente lograron enterrarlo en un nicho de la familia.
Presentaron una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Zaragoza
Luisa Marín vivió pensando que su hijo había muerto hasta que empezaron a oír casos similares a los suyos en los medios de comunicación. Consiguieron realizar la exhumación del cuerpo y los expertos que acudieron al cementerio emitieron diferentes comentarios que hicieron a la madre sospechar que no es su hijo. Sin embargo las pruebas de ADN que ellos realizaron parecen coincidir.
Pusieron el caso en manos de la Fiscalía Provincial de Zaragoza. En el Registro Civil encontraron solamente un atestado en el que supuestamente el marido de Luisa Marín declaró que su mujer había tenido un feto, en lugar de un hijo. No hay firmas. Una señal clara de irregularidades según la persona de la Fiscalía Provincial de Zaragoza que investigó el caso. Finalmente fue archivado alegando que tanto el médico como la comadrona habían fallecido.
Luisa Marín considera que hay muchos intereses y dinero que hacen imposible que se pueda seguir adelante. Cree que hay libros donde están todas las anotaciones referentes tanto a su hijo como a otros niños que fueron sustraídos.
Luisa Marín narra como en las noches de frío salía a la calle a ver como estaría su hijo que había sido enterrado sin la ropa que ella misma le había llevado a la clínica y que no le dejaron ponerle.
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