Prudencia Bielsa
Busca a sus hijos nacidos en 1978 y 1979
Prudencia Bielsa busca sus dos hijos nacidos en el Hospital Obispo Polanco de Teruel el 9 de abril de 1978 y el 25 de noviembre de 1979 respectivamente. Habla junto a su abogada Cinta Monferrer.
Cuando Prudencia Bielsa dio a luz a su tercer hijo le dijeron que había fallecido en el paritorio, al igual que sucedió con su cuarto hijo. Prudencia no recuerda nada dada la gran cantidad de medicamentos que le suministraron. Asegura que al despertarse del parto de su cuarto hijo, fue sometida a un interrogatorio por el médico y una persona venida del Juzgado. Le acusaron de infanticidio, por supuestamente haber dejado morir a sus hijos por asfixia en el trayecto desde su pueblo, Nogueruelas, hasta Teruel. Afirma que debido a la presión a la que la sometieron, ella sin ser culpable, declaró que había matado involuntariamente a sus hijos. Nunca más la llamaron a declarar, pero siempre vivió con el miedo de que iban a venir a buscarla del juzgado.
Su marido la encerró durante dos meses tras dar a luz
Una vez en casa, Prudencia sufrió el maltrato de su marido, fue víctima de violencia de género. Él la encerró durante dos meses para que no pudiera ver a nadie, ni contarle lo sucedido. Al dolor físico se unió en psicológico ya que la ninguneó durante años. Al mismo tiempo, hizo correr la voz de que ella estaba desequilibrada.
Prudencia Bielsa no habló de este tema con nadie, ni siquiera con su familia. Ella estaba anímicamente destrozada. Conoció a la abogada Cinta Monferrer y decidió comenzar a buscar. En primer lugar, acudieron a la Policía pero el agente que les atendió se negó a registrar la denuncia. Finalmente accedió después de que Cinta Monferrer le hiciera ver todas las irregularidades y contradicciones que aparecen en la documentación. El magistrado Jerónimo Cano que investigó el caso, también quiso archivarlo en un primer momento debido al supuesto infanticidio, pero antes de hacerlo, llamó personalmente a la abogada. Ella le dijo lo único que les quedaba era poder investigar para acabar con todas las dudas.
El juez Jerónimo Cano decidió investigar
El juez interrogó a los testigos, entre ellos al padre de los niños que declaró que sus hijos habían nacido en el quirófano y no durante el trayecto y que posteriormente los había enterrado en una caja de zapatos en Nogueruelas. Él era enterrador. Una declaración determinante, así como la exhumación que demostró que los bebés no habían sido enterrados. Tras este descubrimiento buscaron los archivos del Hospital Obispo Polanco sin encontrarlos. Sí que dieron con los de otras maternidades. El caso está sobreseído provisionalmente por falta de pruebas.
El día en que descubrieron que sus hijos no habían muerto fue el más feliz de su vida
Para Prudencia el paso más importante ya está dado, sabe que sus hijos no murieron lo que le produjo una enorme felicidad. Desearía encontrarlos para poderlos abrazar y decirles que en ningún momento los abandonó, ya que ella también fue víctima de un engaño. Está convencida de que fueron vendidos y cree saber quién pudo ser aunque prefiere mantener la discreción.
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