Teresa Carrasquer Bernad
Ha encontrado a su familia biológica
Teresa Carrasquer Bernad o María del Amor Lacasta Hernández, que es su nombre biológico, nació en la Maternidad de Huesca el 11 de marzo de 1955. Ha encontrado a su familia biológica y ahora quiere justicia.
Su madre biológica, Natalia Beltrán Palacín, natural de Bolea, se quedó embarazada estando soltera. Fue a buscar refugio en las monjas de Santa Ana. Allí Teresa asegura que nació ella y vivió durante un año en el que su madre la estuvo amamantando todos los días. Cuando se cumplieron 365 días exactos, Teresa afirma que le dijeron a su madre que se había muerto al caerse por las escaleras y que se tenía que marchar de allí. Natalia abandonó el convento y se marchó a Madrid para servir en casa de un familiar. A los años volvió a Bolea. Nunca ocultó lo que le había pasado, aunque mucha gente no le creía ya que pensaban que estaba trastornada. Durante toda su vida, guardó la cinta de la caja en donde las monjas le dijeron que habían enterrado a su hija.
Realmente Teresa no murió, fue entregada a una familia de Belver de Cinca que le cambió el nombre. Pasó de llamarse María del Amor Lacasta Hernández, unos apellidos ficticios que supuestamente las monjas de Santa Ana se inventaron, a Teresa del Niño Jesús Carrasquer Bernad. Teresa descubrió que era adoptada con 15 años tras una discusión con una niña. Subió llorando a casa y su madre adoptiva se lo confirmó. Le dijo que las monjas le habían dicho que su madre era una chica joven que le había dado el pecho durante un año y que luego había muerto. Teresa comenzó a buscar para saber sus antecedentes médicos. Lo hizo cuando su madre adoptiva, a la que estaba muy unida, falleció con 103 años.
Teresa es la pieza del puzle que faltaba
Teresa asegura que encontró su partida de nacimiento gracias al apoyo de la archivera de la Diputación de Huesca que le enseñó no solo el libro oficial, sino uno muy viejo y desgastado que pertenecía a las monjas de Santa Ana. Allí consta su nombre biológico, el de su madre, Natalia Beltran Palacin y su lugar de nacimiento, Bolea. Con esos datos fue a su pueblo y descubrió que ella ya había fallecido. Sin embargo, pudo conocer a su familia biológica con la que ahora tiene muy buena relación. Para ellos, Teresa era la pieza del puzle que les faltaba, ya que Natalia nunca dejó de nombrarla.
Solo pide justicia
Teresa Carrasquer Bernad califica esta acción como un crimen, un sufrimiento insoportable para las madres biológicas a las que les arrebataron a sus hijos. Pide justicia, que se sepa la verdad y que su caso sirva para ayudar a otras personas.
Su caso ha sido archivado en primera instancia por considerar que ha prescrito y ahora está en el Tribunal Constitucional.
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